Después de un trauma o de sacar un tumor es necesario reparar para que el defecto se note lo menos posible. Existen distintas técnicas, cada una con sus pro y contras
Injertos: es trasladar una lámina muy fina de piel de un sitio dador (muslo) al defecto. Permite cubrir un déficit de piel en forma fácil y rápida. Problema es que el color no es muy bueno, se deprime y se retrae.

Colgajos: es la rotación de tejido de espesor completo que permanece irrigado en base a un pedículo. Esto permite que no exista depresión local y el match de color es mejor. En contra tiene que es una cirugía de mayor envergadura, deja cicatriz más larga y también de retrae.

Microcirugía: es la técnica de reconstrucción más compleja. Consiste en tomar tejido a distancia (sitio dador) y llevarlo a otro lugar (receptor) con un pedículo que incluye su arteria y su vena. En el sitio receptor con instrumental especial y bajo microscopio se vuelve a unir esta arteria y vena con vasos receptores, así que el tejido nuevamente esta irrigado.